Las Religiosas del Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús somos un grupo de mujeres enamoradas de Jesús y de su proyecto. Por amor, consagramos nuestra vida a Dios para el servicio de los más pobres y pequeños de nuestro mundo. Hemos encontrado en nuestro interior una llamada, una vocación, una inclinación profunda que nos ha llevado a elegir a Jesús como el centro y el horizonte de nuestra vida. Como Religiosas, vivimos para Dios y para los hermanos y hermanas, reunidas en una comunidad que busca dar testimonio de que la fraternidad es posible en nuestro mundo.

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El amor al Corazón de Jesús y la configuración con los sentimientos de su Corazón, son nuestro horizonte, nuestra razón de ser y existir. Y expresamos este amor en vidas alegremente entregadas, con humildad y sencillez, al servicio de nuestros hermanos y hermanas.

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Somos contemplativas en la acción, es decir, que vivimos buscando y hallando a Dios en todas las cosas. Lo buscamos en el silencio de la oración, y lo buscamos en medio del trabajo y del descanso, de la soledad y de los encuentros con otros, de las alegrías y los sufrimientos, de los fracasos y los aciertos.

Las Religiosas del Apostolado queremos ser testigos del Evangelio que liga indisolublemente amor de Dios y servicio a los hermanos y hermanas. Queremos ser fuente continua y limpia donde nuestros hermanos y hermanas pueden beber amor misericordioso y justicia, y en donde sus corazones conecten vitalmente con el Corazón de Cristo y de María, su Madre.