



ASPIRANTADO
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Seguirás viviendo en el mismo lugar en el que vives, probablemente con tu familia.
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También te invitaremos a continuar con tu ritmo de estudios y/o trabajo.
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Tendrás un proceso de Acompañamiento en el que te invitaremos a: cuidar tu oración personal diaria para escuchar la voz de Dios, entrar en un proceso de autoconocimiento y clarificación de tus motivaciones con la ayuda de algunos materiales que te entregamos, tener días de Retiro en Silencio para profundizar en tu relación de intimidad con Dios, visitar la comunidad quedándote con nosotras un fin de semana cada mes.
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Puede ser que, después de unos meses de Aspirantado, ya sientas que has tomado una decisión y que deseas dar el paso de venir a vivir con nosotras. Esto es posible según las diversas circunstancias.
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El Aspirantado, por lo general, tiene un período de 6 meses como mínimo… y puede extenderse más o menos hasta los dos años. La persona que te acompaña y tú, irán viendo por dónde te va invitando Dios, tu ritmo personal de respuesta y clarificación.
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Si, finalizado el Aspirantado, definitivamente deseas dar un paso más, entonces es momento de iniciar el Postulantado.












EL POSTULANTADO Conocerte y conocernos
El Noviciado
nacer a una nueva libertad en Cristo.
El Noviciado es un tiempo fundamental de iniciación en la vivencia de los Votos y del compromiso que trae consigo la opción por Jesús en la Vida Consagrada. Durante esta etapa se cuidan los mismos tiempos que en el Postulantado, pero en el Noviciado se integran más estudios sobre los Votos, sobre las Constituciones de la Congregación y sobre todo lo que tiene que ver con la Historia Congregacional y los fundamentos del Carisma propio.
Durante el tiempo de Noviciado la experiencia central es el Mes de Ejercicios, una experiencia que dura 30 días y que es un tiempo de silencio, oración y discernimiento. El Noviciado es un tiempo para centrar nuestra vida en Jesús e iniciarnos en la Configuración con los sentimientos de su Corazón, para que poco a poco nuestra vida vaya siendo más parecida a la Suya. El tiempo de duración de esta etapa es de dos años como mínimo, y puede extenderse por seis meses más. Finalizado el Noviciado, la joven hace sus Votos de Castidad, Pobreza y Obediencia, en una celebración muy hermosa y sencilla. Al hacer los Votos, se recibe la Cruz de la Congregación, el distintivo de su pertenencia a Cristo desde el Carisma específico al que somos llamadas: Dar a conocer al Corazón de Jesús por nuestro corazón.
Al hacer los Votos, ya la joven es una nueva Apostolina, una nueva mujer consagrada para el servicio de Dios y de la Iglesia. El siguiente paso es ahora el Juniorado.
Como lo dice la misma palabra, Postulante es aquella que está deseando algo y se postula para alcanzar el lugar o puesto que desea. En el caso de la Vida Consagrada, quien elige ingresar a una Congregación ha de solicitar ser recibido en ella. Y, entonces, cuando la Congregación aprueba esta decisión, se lo comunica a la joven aspirante y se coordina la fecha en que iniciará el Postulantado.
En esta etapa ya la joven vive con las religiosas, en lo que llamamos una comunidad de formación. El Postulantado es tiempo de iniciar estudios relacionados con la vida de la Congregación y el Carisma, y también con estudios relacionados con la vida de la Iglesia y con la Vida Consagrada. Esto permite que la joven pueda ir conociendo la Congregación con una mayor profundidad.
En el Postulantado será importante cuidar los tiempos de:
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Oración personal y comunitaria.
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Estudio y reflexión persona.
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Compartir comunitario.
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Servicio en la misión.
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Diálogos personales con la acompañante.
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Descanso y recreación.
Todo esto orientado a que la joven pueda conocerse a sí misma y conocer su manera de relacionarse con los demás, para desde el conocimiento interno de su persona, poder continuar clarificando las verdaderas motivaciones que le llevan a elegir este estilo de vida en el seguimiento de Jesús.
El Postulantado en nuestra Congregación tiene una duración de seis meses a dos años. Cada persona es única y diferente, por tanto, los tiempos dependen de los ritmos y circunstancias personales.
Finalizada esta etapa y cuando ya hay un mayor conocimiento personal tanto por parte de la joven como por parte de la Congregación, entonces es momento de dar un paso más… el Noviciado.





