Busco,
y buscando olvidaba qué buscaba

y perdida entre caminos
tú me recordabas.
Y al buscarte desenmascarabas

el vacío insaciable
de una búsqueda engañada.
Y al desenmascarar
a quien buscaba,
la búsqueda se hizo
más humana.

​

Busco,
y al buscarte
creía que te encontraba

pero al sostenerte,
de mis palmas te esfumabas.

​

Buscando creía

sólo que si llegaba,

encontraría en mi alma

aquello que anhelaba.

​

Buscando
la búsqueda se transformaba

y de querer constatarlo

prefirió encarnarlo
en lo profundo de sus entrañas.

​

Busco,

y en el origen
Tú estabas,

impulso del deseo
que el corazón en búsqueda buscaba.

​

Busco,
y es la sed de Tu amor,
la que me buscaba
y mientras buscando me hallaba

Tú me esperabas.

​

Busco,
y solo buscando
me siento hallada.
Que perdida o encontrada,

en mi búsqueda nunca llegada,

me sienta sostenida en Tu sed

que aún sin perderme
me encontraba.